Fortunas estadounidenses ‘asaltan’ el residencial de lujo español.

La demanda ha crecido animada por el beneficioso cambio de moneda.
Los inversores estadounidenses aumentan su presencia en el residencial de lujo de España. Hasta ahora no suponían una cuota de mercado muy destacada, pero están emergiendo como compradores de vivienda prime atraídos por las oportunidades inmobiliarias, el clima y la oferta de ocio que ofrece el país y también, y sobre todo, por el beneficioso cambio de moneda.
«En los últimos meses estamos encontrando una demanda de clientes norteamericanos e incluso australianos por el favorable tipo de cambio del dólar frente al euro», explica Constanza Maya, directora de expansión y operaciones de Engel & Völkers Iberia.
Desde Sotheby’s International Realty Barcelona & Costa Brava también constatan el creciente interés de los estadounidenses por el mercado de lujo patrio. De hecho, ya representa el 30% de su cartera de clientes. En cuanto al tipo de inmueble que buscan en la Ciudad Condal, priman las viviendas de 1,5 millones de euros que se destinan para tercera o cuarta residencia, explica Albert Milián, portavoz de Sotheby’s International Realty Barcelona & Costa Brava. «Hay dos perfiles diferentes de compradores estadounidenses. Por un lado están los que buscan viviendas que tengan un toque de historia -a veces modernistas- en el Born y el barrio Gótico. Quieren tener un pedazo de historia en propiedad. Otro tipo de comprador se fija en edificios más modernos ubicados en Poblenou- Sant Martí», dice.
Además, hay que tener en cuenta que las compras de vivienda superiores al medio millón de euros les permite conseguir la Golden Visa, lo que les facilita el desplazamiento por la Unión Europea. «Para ellos también es una compra estratégica. Además, este tipo de producto siempre se ha posicionado como valor refugio ante periodos de desaceleración económica», añade el experto.
Operaciones retrasadas
En cuanto a la situación del residencial de lujo, los expertos coindicen en que está resistiendo al actual e incierto contexto económico. Se trata de un sector más maduro, estable y constante que el mercado tradicional, que sí que está expuesto a los cambios económicos y políticos. «Cabe destacar que las operaciones se sitúan por encima de los dos millones de euros, transacciones que rara vez se cierran con financiación bancaria», explica la responsable de Engel & Völkers Iberia. Ahora bien, desde la inmobiliaria sí que han detectado efectos colaterales de la actual situación: los compradores están retrasando sus decisiones de compra y proponiendo ofertas más agresivas.
Por el momento, los datos de 2022 confirman el buen ritmo de compraventas y la estabilidad de los precios, y se espera que que la tendencia se mantenga este año en curso, aunque con cierta ralentización. «Una bajada de transacciones viene acompañada de una bajada de los precios, por lo que prevemos una bajada del precio de la vivienda», apuntan. En cuanto a la demanda, se ha reducido en los últimos meses pero aún así sigue siendo muy superior a la oferta, sobre todo en las grandes ciudades, así como en las mejores localizaciones. La demanda de cliente internacional sigue en auge, tanto para residencia como inversión.
Las previsiones de la consultora Knight Frank España se mueven en la misma línea. De hecho, aseguran que España se ha convertido en una de las opciones predilectas de las grandes fortunas a la hora de comprar viviendas en el exterior, solo por detrás de Estados Unidos, Reino Unido y Australia, según el informe The Wealth Report 2023.
Gran parte del atractivo de España se debe a Madrid, donde los precios de la vivienda prime subirán un 4%, lo que sitúa a la capital en el sexto lugar de las ciudades con mayores crecimientos y al mismo ritmo de subida que otras localidades como Los Ángeles, Dublín o Lisboa.
Lorena Torío/eleconomista.es