ChatGPT llega a tu iPhone: OpenAI extiende una app nativa y gratuita para iOS
La versión para Android está en desarrollo pero tardará unas semanas en llegar.
OpenAI la compañía desarrolladora del chatbot impulsado con la Inteligencia Artificial más popular del momento, ChatGPT, ha anunciado que acaban de lanzar una app nativa para los usuarios de iOS para que puedan acudir y usar esta tecnología directamente desde sus smartphones de manera gratuita.
Una app nativa es aquella que está diseñada específicamente para un sistema operativo y se puede descargar en la tienda de aplicaciones de este. Hasta ahora, la única manera de acceder y disfrutar de ChatGPT era conectándose a través de su versión web, pero la compañía se acaba de lanzar a por los dispositivos móviles y los iPhone van a ser los primeros en probarlo.
Esta app será de descarga gratuita, y al igual que en su versión web ofrecerá libre acceso, y de hecho, se pueden vincular a tu cuenta (en el caso de que ya tuvieras una) para tener a mano el historial de conversaciones que has tenido con la IA.
En el caso de los usuarios de ChatGPT Plus, es decir la versión premium, estos podrán disfrutar también de todas las ventajas que ofrecía esta suscripción desde su iPhone, con el añadido de que podrán acceder de manera exclusiva a las nuevas capacidades que han integrado en la última versión de este chatbot, ChatGPT-4.
A su vez, OpenAI ha explicado que la app viene con el servicio Whisper integrado, el cual consiste en un sistema de reconocimiento automático de voz de código abierto, con el cual los usuarios podrán usar su voz para hacerle preguntas además de que ofrece la transcripción en varios idiomas.
El único inconveniente que sí que tiene esta app, es que por ahora tan solo está disponible para descargar en EEUU, aunque como han asegurado desde OpenAI, en las próximas semanas comenzará a llegar al resto del mundo. Lo mismo ocurre con la versión de ChatGPT para Android, la cual también estará disponible en las próximas semanas, aún no se saben las fechas concretas.
Miguel Terán Haughey/eleconomista.es
