Santander aumenta el payout del dividendo al 50%, recomprará más acciones y prevé más rentabilidad.
Prevé más rentabilidad en los próximos tres años: hasta el 17% (ahora en el 13,4%).
Santander trata de seducir al mercado y parece que al menos en esta jornada lo ha conseguido con notables subidas, en máximos de tres años. El banco ha anunciado que propondrá a la junta de accionistas -el 31 de marzo- el pago de un dividendo complementario en efectivo de 0,0595 euros brutos por cada acción con cargo a los resultados de 2022. Si todo sale según lo previsto, se pagaría el 2 de mayo. La entidad presidida por Ana Botín también ha anunciado en el marco de su Investor Day en Londres un nuevo programa de recompra de acciones por valor de 921 millones de euros (el anterior era de 979 millones).
Sin embargo, el foco de los inversores estaba en el porcentaje de las ganancias que irían al dividendo, es decir, en el payout. Al final, el banco ha decidido incrementar la retribución al accionista desde el 40% hasta el 50% del beneficio entre 2023 y 2025, tanto con dividendos en efectivo como con recompras de acciones. De esta manera, Santander sigue el camino de otras entidades como su rival BBVA, cuyo presidente, Carlos Torres, anunció hace unos días que situaría el payout en el 50%.
Asimismo el banco aspira a aumentar en 40 millones el número de clientes hasta 2025, lo que llevaría el total a unos 200 millones, y el número de clientes activos en 26 millones, hasta unos 125 millones. Con las estas cifras encima de la mesa, Santander espera que este avance contribuya a aumentar los ingresos en torno a un 7% y 8% al año de media en euros constantes hasta 2025, con un crecimiento de entre el 8% y el 9% de los ingresos por comisiones.
«Nuestra posición de liderazgo en mercados locales y las capacidades comerciales de nuestros negocios y red globales nos permitirán reforzar los resultados, lo que generará más valor para nuestros clientes, accionistas y la sociedad», ha apuntado Héctor Grisi, consejero delegado del Santander. «Confiamos en conseguirlo gracias a nuestra tecnología, experiencia y al gran equipo del banco, que ha realizado un excelente trabajo en los últimos años», ha indicado el nuevo directivo.
Quiere ser un banco digital con oficinas
Botín ha destacado que el objetivo de la entidad es convertirse en «un banco digital con oficinas». Para explicarlo delante de los accionistas, ha puesto el ejemplo de Portugal, donde sólo el 10% de la actividad operativa tiene lugar ya en las oficinas. Esta apuesta digital bautizada como One Transformation tiene como propósito rebajar los costes gracias a eficiencias, simplificación y automatización.
En esta línea, Santander espera rebajar su estructura de costes mediante la digitalización, por ahora en EEUU, España y México. Según ha desgranado Botín, el objetivo de la entidad es pasar de una ratio de costes sobre ingresos del 45,8% en 2022 a cerca del 42% en 2025.
A toro pasado, Santander ha presumido también el cumplimiento de los objetivos estratégicos fijados anteriormente. Desde 2014, el banco ha atraído a más de 40 millones de clientes, ha aumentado su ratio de capital CET1 fully loaded del 8% a más del 12%, ha aumentado la proporción de activos que obtienen un retorno por encima del coste del capital del 40% al 80% y ha incrementado el RoTE del 11% al citado 13,4%. También ha destacado la inversión en «motores de crecimiento estratégico» como Openbank (ya el mayor banco nativo digital de Europa por depósitos) o PagoNxt (la plataforma de pagos del grupo).
Los negocios globales, Santander Corporate & Investment Banking y Wealth Management & Insurance, y las unidades de financiación de automóviles y PagoNxt, la plataforma de pagos del banco, ya generaron más del 30% de los ingresos del grupo y del 50% del beneficio en 2022. «Se espera que la aportación a los ingresos al grupo de estos negocios aumente hasta más del 40% para el año 2025, mientras que en el caso de los ingresos por comisiones superará el 50%», ha señalado la entidad.
La sostenibilidad también aparece el apartado de objetivos del banco. La entidad ha movilizado 94.500 millones de euros en financiación verde entre 2019 y 2022, con el objetivo de alcanzar los 120.000 millones en 2025. El año pasado, el banco fijó tres nuevos objetivos intermedios de descarbonización para tres de las carteras más intensivas en carbono (energía, aviación y acero), que se sumaron a los objetivos ya anunciados en 2021. Además, el banco ha facilitado el acceso a servicios financieros a más de 10 millones de personas desde 2019, lo que le permite superar con tres años de antelación su objetivo. Por eso, ha incrementado la meta en cinco millones de personas adicionales para el año 2025.