Blog de Juan José Ortega

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¿Por qué los jóvenes inversores se sienten atraídos por el oro?

Según un estudio, los millennials tienen la mayor asignación de oro en sus carteras, con un 17%, muy por encima de los boomers y la Generación X, con un 10%.

¿Qué clase de activos quieren poseer tanto los inversores de la generación «millennials» como los de la generación «Z»? He aquí una respuesta que quizá no hayas adivinado: El oro.

Según un estudio reciente de Bank of America Private Bank, entre los inversores ricos menores de 43 años, el 45% posee oro como activo físico, y otro 45% está interesado en poseerlo.

Son porcentajes muy superiores a los de otros grupos de edad. Generalmente, este grupo demográfico no está interesado en activos como el oro, el efectivo o los bonos del Tesoro, porque los consideran «aburridos», afirma Liz Young Thomas, responsable de estrategia de inversión de la firma de servicios financieros digitales SoFi.

Sin embargo, tal parece que este metal precioso sí que está emergiendo como un refugio seguro para los inversores jóvenes.

«A medida que los rendimientos del Tesoro suben, el efectivo está pagando una alta tasa de interés, y el oro está subiendo junto con él. Estamos viendo rentabilidades que normalmente no vemos en un periodo de tiempo tan corto», afirma Thomas. «Naturalmente, cuando los activos tienen fuertes rentabilidades, el público más joven empieza a animarse».

Esto confirma otro estudio de la gestora de fondos State Street, según el cual los millennials tienen la mayor asignación de oro en sus carteras, con un 17%, muy por encima de los boomers y la Generación X, con un 10%.

Entonces, ¿qué está pasando? ¿Por qué los inversores más jóvenes están tan intrigados por un activo algo anticuado que existe desde hace miles de años? A diferencia de las acciones y los bonos, que pueden experimentar fluctuaciones dramáticas, el oro ha mantenido un valor relativamente estable a lo largo de la historia.

Eso es lo que describe en parte la agencia Reuters, que dice que parte del renovado interés por el oro se debe a su saludable precio al contado, que en el momento de escribir estas líneas supera los 2.400 dólares la onza.

Esta estabilidad, junto con su asociación con la riqueza y la prosperidad, lo convierte en una opción atractiva para aquellos que buscan proteger sus ahorros y navegar por el panorama económico actual.

El metal amarillo también está cada vez más presente en las estanterías de los comercios más populares, lo que según Reuters, aumenta su visibilidad. 

De acuerdo con estimaciones de Wells Fargo, la cadena de grandes almacenes Costco empezó a vender lingotes de oro de 1 onza el otoño pasado y ha venido realizando un intenso negocio de hasta 200 millones de dólares al mes.

Dado que se ha despertado el interés de los inversores más jóvenes, ¿qué reglas de oro deben tener en cuenta? He aquí algunas reflexiones de los expertos:

Poseer oro físico puede ser complejo

Parte del atractivo del oro es que es tangible. Si el sistema financiero mundial se volviera inestable o las divisas se desplomaran, al menos tendríamos algo real a lo que aferrarnos.

Los jóvenes inversores, que recién comienzan su viaje financiero, buscan opciones de inversión que les brinden seguridad y estabilidad.

A diferencia de las criptomonedas especulativas o las acciones tecnológicas de alto riesgo, el oro ofrece una sensación de seguridad que es particularmente atractiva en tiempos de incertidumbre económica.

«Con mis clientes de la generación millennial he observado que, a medida que se hacen más ricos, están más interesados en invertir en oro directamente almacenado y autocustodiado», afirma Eric Amzalag, planificador financiero de Canoga Park (California). Esto se debe a que los objetivos de inversión suelen pasar del crecimiento a la conservación del capital, añade Amzalag.

Considere los ETFs

Los fondos cotizados en bolsa (respaldados por oro físico o que invierten en futuros del oro) eliminan los problemas de compra, almacenamiento y venta. También facilita relativamente la exposición a los activos.

«Hay algunas comisiones asociadas, pero los ETF son una buena alternativa si no se quiere recibir lingotes de oro y conservarlos en el sótano», dice Thomas, de SoFi.

El mayor ETF de este tipo, SPDR Gold Shares (GLD), tiene un ratio de gastos del 0,4% y una rentabilidad anual superior al 23%. Un enfoque similar es comprar un ETF compuesto por valores mineros, como VanEck Gold Miners (GDX), que incluye los nombres más importantes del sector, como Newmont Corp. y Barrick Gold.

No se exceda en la asignación

El oro tiene una baja correlación con otras clases de activos, como las acciones y los bonos. Esto significa que su precio no se mueve en la misma dirección que otros activos, lo que lo convierte en una herramienta valiosa para diversificar su portafolio y reducir el riesgo general.

Pero atención, como materia prima, también puede ser bastante volátil y caer en desgracia con los inversores.

Por ello, según los expertos, la renta variable debería seguir siendo la principal entrada en la cartera de la mayoría de los inversores.

Las empresas que generan ventas, obtienen beneficios, pagan dividendos y ofrecen un potencial de revalorización del precio de las acciones constituyen una clase de activos más dinámica con rendimientos superiores a largo plazo.

En cuanto al oro, los inversores más jóvenes pueden mantenerlo como guarnición complementaria, dice Jonathan Cameron, planificador financiero de Miami.

«Trabajamos con muchos profesionales jóvenes, y llevamos varios años incluyendo un ETF de oro (en torno al 5%) en las carteras de muchos de nuestros clientes como cobertura», afirma Cameron. «A todos les gusta esta decisión».

www.bancaynegocios.com

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