Meliá alcanzará casi 400 hoteles y récord de habitaciones en tres años.
Sus planes de crecimiento apuntan a alcanzar las 103.414 habitaciones.
El segmento del lujo es uno por el que más va a apostar con una de cada tres aperturas.
Meliá Hotels International tiene muy claro cuál es su objetivo: seguir creciendo. La primera hotelera en número de habitaciones en España y tercera en Europa sumaba al cierre del tercer trimestre 342 hoteles y 90.374 habitaciones. Hay que remontarse hasta 2014 para encontrar unas cifras tan altas. Pero sus planes van más allá y sus previsiones discurren por sumar tres antes de final de año y abrir 30 nuevos establecimientos en 2023, 12 en 2024 y otros 12 a partir de 2025 (ver gráfico). De esta manera, el grupo dirigido por Gabriel Escarrer sumará 57 hoteles, hasta los 399, con 13.040 habitaciones más, hasta las 103.414 siempre sin considerar nuevas oportunidades no previstas ahora mismo ni desinversiones. De cumplirse sus proyecciones, Meliá recuperará el nivel de hoteles que tenía antes de la crisis económica de 2008 (413 en 2007) y batirá el récord histórico de número de habitaciones.
En la actualidad, España es su principal mercado con 35.044 habitaciones repartidas en 138 hoteles. De ellos, 14 son en propiedad, 62 están en régimen de alquiler, 46 en gestión y 16 en franquicia. Si todo va según lo previsto, el mercado nacional sumará en los próximos años ocho nuevos hoteles y 2.313 habitaciones, alcanzado así los 146 establecimientos (63 en arrendamiento, 51 en gestión y 18 en franquicia) y 37.357 habitaciones.
«A pesar del retraso de numerosos proyectos causado por la pandemia, durante el año 2021 retomamos progresivamente la expansión, firmando 22 hoteles durante la segunda mitad del año, con más de 4.800 habitaciones, profundizando en el foco estratégico puesto en destinos de España, arco mediterráneo, Asia y África Oriental. Una expansión que ha continuado con fuerza en los primeros meses de 2022, de modo que, en la primera parte de este año, nuestro grupo ha firmado más de 40 nuevos establecimientos, todos ellos en modelos de gestión y franquicia, que representan más de 10.900 habitaciones», destacó el pasado verano el consejero delegado de Meliá, Gabriel Escarrer.
Entre las aperturas previstas para los próximos ejercicios va a tener mucho peso el segmento del lujo. Las previsiones que maneja apuntan a que este porfolio crecerá cerca de un 40% en los próximos tres años, lo que se traducirá en que una de cada tres aperturas será de hoteles de lujo. «En el mercado actual, el lujo y la exclusividad ya no tienen un único significado, por lo que nuestras marcas de lujo Gran Meliá, The Meliá Collectión, ME by Meliá y Paradisus by Meliá cuentan con una visión diferenciada del lujo. Contamos con un impresionante pipeline y nuestras marcas de lujo ya se están consolidando en los principales destinos turísticos del mundo», ha destacado el CEO de Meliá.
La pretensión de Meliá es crecer tanto en hoteles como en habitaciones, pero esto no siempre ha sido así. Entre 2013 y 2016, el grupo balear recortó significativamente el número de activos y en tan solo tres años redujo ambos parámetros en un 88,6% y en un 19,9%, respectivamente, pasando de 397 hoteles y 99.566 habitaciones en 2013 a 311 y 79.764 en 2016. Esto en gran parte se debió al nivel de endeudamiento que acumulaba, que la impulsó a llevar a cabo un proceso de desinversión de activos no estratégicos con el objetivo, por un lado, de reducir la deuda y, por otro, de invertir en hoteles estratégicos para mejorar el posicionamiento de la marca.
En 2013, Meliá acumulaba una deuda de más de 1.150 millones de euros, mientras que en 2017, tras culminar el proceso de desinversión, colocó el pasivo en aproximadamente 590 millones, lo que supuso un recorte en cuatro años de casi un 50%. Para conseguir reducir el pasivo, entre otras cosas, vendieron 261 apartamentos del Sol Aloha Puerto por 20,8 millones.
Al igual que ocurrió tras la crisis de 2012, a raíz del Covid-19 la hotelera balear ha llevado a cabo desinversiones que han limpiado su deuda. En el verano de 2021 cerró la venta de ocho hoteles a Bankinter Investment, el brazo inversor de la entidad, por más de 200 millones. En la actualidad también tiene en marcha la venta de una cartera hotelera, concentrada fundamentalmente en el Caribe, con la espera obtener un importe similar a la última desinversión.
Aumento del valor
La cartera de Meliá no solo ha crecido en número, también lo ha hecho en valor. Según ha comunicado esta semana a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sus activos están valorados en 4.041 millones de euros, lo que supone un incremento del 7,5% con respecto a 2018, la última vez que realizó valoración de sus activos.
Además, a esta cifra hay que añadirle 600 millones por la participación del grupo balear en los activos mantenidos en joint ventures. El informe sitúa el valor medio por habitación en 307.275 euros, lo que implica una revalorización del 21,2%.
No solo está creciendo la cartera de Meliá. La familia Escarrer continúa ganando peso en el capital y ha vuelto a realizar tres nuevas compras los días 8, 9 y 12 de diciembre. Han invertido más de un millón en sumar 207.329 nuevas acciones.
Judith Arrillaga/ eleconomista.es