La vivienda pisa el freno: se estabiliza en todo el país menos en las islas y la costa mediterránea
La moderación de precios se consolidó en las capitales y grandes ciudades.
El mercado residencial español avanza en su fase de estabilización presionado por la subida de tipos y el consiguiente encarecimiento de la financiación. Así lo confirman los últimos datos elaborados por Tinsa, que cifran en un 0,3% el incremento mensual del precio de la vivienda nueva y usada en mayo. Si se comprara con el año anterior, el aumento fue del 4,8%.
Ahora bien, el análisis de la tasadora muestra comportamientos dispares entre los territorios más turísticos y el resto. De un lado se sitúan las islas -Baleares y Canarias- y la costa mediterránea, donde los precios subieron en el último mes un 1,4% y un 0,9%, respectivamente. Por el contrario, la vivienda se abarató un -0,2% en el resto de municipios. La moderación de precios también se consolidó en las capitales y grandes ciudades, así como en las áreas metropolitanas con modestos avances del 0,3% y el 0,1%, respectivamente.
Evolución máximos y mínimos
El Índice General de Tinsa muestra una caída acumulada en mayo del 20,5 % desde los máximos del boom inmobiliario. Desde que tocara suelo tras la crisis financiera en agosto de 2015, el precio medio se ha incrementado un 35,2%, con ritmo desigual según las zonas.
El grupo capitales y grandes ciudades es el que ha experimentado un mayor recorrido al alza desde sus mínimos, un 43,6%, y se encuentra un 16% por debajo de los máximos de 2007.
Por el contrario, los municipios más pequeños (resto de municipios) se han revalorizado apenas la mitad que las grandes urbes (20,2%) y su precio medio acumula un descenso del 29,2% desde los máximos del ciclo anterior.
El grupo formado por las islas es el que se encuentra más tensionado y más próximo al nivel máximo alcanzado en la primera década del siglo, solo un 7,5% por debajo, mientras que la situación opuesta la representa costa mediterránea, con una caída acumulada del 30,7% desde principios de 2008, cuando el precio medio alcanzó su punto más alto.
Lorena Torio/eleconomista.es