La inflación cae a mínimos del año en EEUU: el IPC sorprende a la baja y se sitúa en el 7,1%.
La caída de precios en la gasolina, el gas natural y la electricidad han sido clave.
La inflación ha comenzado a moderarse de forma notable en EEUU. El IPC se situó en noviembre en el 7,1% (se esperaba un 7,3%), seis décimas por debajo del mes de octubre, lo que supone un importante alivio para unos mercados que esperan algún gesto ‘dovish’ por parte de la Reserva Federal. La Fed se reunirá este miércoles para anunciar una subida de tipos de 50 puntos básicos, aunque los mercados prestarán más atención al dot plot, en su búsqueda por el techo de los tipos, que podría estar cerca del 4,9%.
Es cierto que la inflación sigue sobrepasando con creces el objetivo de la Reserva Federal (el 2% en el medio plazo) y, probablemente, lo seguirá haciendo durante algún tiempo. Pero también lo es que la situación ha cambiado marcadamente respecto a la primera mitad de 2022, cuando los precios no paraban de subir mes a mes y los sudores fríos recorrían las frentes de más de un inversor y algunos funcionarios de la Fed.
La inflación vuelve a moderarse en Estados Unidos
El dato de este martes ha supuesto el quinto descenso de la tasa de variación de los precios, de modo que se puede dar por confirmado que la economía de EEUU ha dado comienzo a un periodo de desinflación. Ahora la gran pregunta es dónde se ‘atascará’ esta caída. Los expertos creen que los precios podrían estabilizar su tasa de crecimiento en el entorno del 4-5%, lo que seguiría duplicando el objetivo de la Fed.
La inflación subyacente -excluye energía y alimentos frescos, siempre más volátiles- también ha dado buenas noticias. El IPC subyacente cayó en noviembre del 6,3% al 6% interanual, y en términos mensuales la subida se queda en el 0,2% frente al 0,3% previo.
Dentro de la lectura aún más benigna del índice general en términos mensuales, los alimentos constatan su desaceleración, al subir un 0,5% frente al 0,6% de octubre y situarse más lejos de las lecturas superiores al 1% de este verano.
Por su parte, la energía vuelve a mostrar un retroceso después de haber subido en octubre: en noviembre cayó un 1,6% después de repuntar un 1,8% el mes anterior tras tres meses de bajada. Con todo, la energía aún avanza un 13% interanual. Dentro de esta categoría destaca el descenso del 3,5% mensual en el gas natural, además del descenso del 2% en la gasolina y la caída del 0,2% en la electricidad.
Pero si en una ‘pata’ del informe se está apreciando la dinámica de desinflación -en este caso incluso de deflación-, esta es la de los bienes duraderos, que cayeron un 0,5% en noviembre tras bajar ya un 0,4% en octubre. «La inflación transitoria estadounidense de 2021 se refería a los bienes duraderos. Esta inflación ha terminado en gran medida; alcanzó un máximo del 18,7% interanual en febrero, y se situó en el 4,7% interanual en octubre, la desinflación más drástica de la que se tiene constancia», señalaba Paul Donovan, estratega de UBS, en su comentario diario, antes de conocerse los datos de hoy. Ese indicador queda ya en el 3,7%.
Dentro de esta categoría, destaca el descenso de los precios en los coches de segunda mano, una de las partidas que más subió durante la pandemia -la escasez de chips dificultó la compra de vehículos nuevos- y que más llevó al alza al IPC al tener una importante ponderación en él. En noviembre, los vehículos usados bajaron un 2,9% y ya en el cómputo interanual el descenso es del 3,3%. «Inesperadamente, los precios de los vehículos nuevos se mantuvieron sin cambios, mostrando el daño que los mayores costes de los préstamos están causando a la demanda», destaca Paul Asworth, estratega de Capital Economics.
También se aprecia desaceleración en los servicios, un sector con precios al alza una vez cayeron las últimas restricciones de la pandemia. Tras meses de incrementos por encima del 0,5%, en noviembre los precios subieron un 0,4%. Dentro de este campo, la vivienda, una de las partidas más observadas del informe, presenta una desaceleración hasta el 0,6% después de dos lecturas del 0,7% y una del 0,8% en octubre. Se espera que tanto los alquileres como su equivalente para los propietarios viren a la baja de cara a 2023.
Mejora en las expectativas
«Con el desplome de los precios de la gasolina en las últimas semanas, el IPC general mostrará un descenso absoluto en diciembre. La Reserva Federal podría descartar el dato de octubre, mejor de lo previsto, por tratarse de datos de un solo mes, pero la nueva desaceleración de noviembre hace que esta nueva tendencia desinflacionista sea más difícil de descartar», añade Asworth.
«La Fed seguirá subiendo su tipo de interés oficial en 50 puntos básicos mañana y las nuevas proyecciones podrían mostrar un tipo máximo superior al 5%, pero el aumento del 0,2% intermensual de los precios de consumo subyacentes en noviembre respalda firmemente nuestra opinión, sostenida desde hace tiempo, de que la creciente desinflación pronto persuadirá al banco central para que se mueva en lateral tras una subida de 25 puntos básicos a principios de febrero», sentencia el analista.
Pero los riesgos siguen ahí. «La encuesta a los consumidores de la Reserva Federal de Nueva York señaló ayer una relajación de las expectativas de inflación, con un descenso de las expectativas a 1 año hasta el 5,2% (desde el 5,9%) y a 5 años hasta el 2,3% (desde el 2,4%), algo más optimistas que la encuesta de la Universidad de Michigan del viernes pasado, que mostraba unas expectativas a 5 años aún elevadas en el 3,0%. En general, la fortaleza de la última ronda de datos, incluido el informe de empleo de noviembre, así como el ISM de servicios de la semana pasada y el IPP de noviembre, siguen sugiriendo que la comunicación de la Reserva Federal debería mantenerse mañana en el lado alcista, a pesar de un ritmo de subidas más moderado», señalan desde Danske Bank.
«El problema, por supuesto, es que no hay garantías de que la inflación siga convergiendo en una trayectoria lineal hacia el objetivo de la Reserva Federal. Una de las principales preocupaciones, por ejemplo, es que tras una caída inicial, la inflación vuelva a subir. En este contexto, la mayoría, incluidos nosotros, esperamos que la Reserva Federal siga manteniendo un tono prudente en esta reunión y en las siguientes. Desde el verano, esto se ha traducido en que la Fed se ha opuesto a los casos de relajación de las condiciones financieras», remarca el equipo de ING liderado por Antoine Bouvet.
Vicente Nieves, Mario Becedas/ eleconomista.es