La decisión que podría expulsar definitivamente a WhatsApp de Reino Unido.
Reino Unido solo supone el 2% del mercado de WhatsApp
El servicio de mensajería instantánea más utilizado en el mundo podría desaparecer definitivamente de Reino Unido, debido al choque de posturas entre la compañía y las autoridades británicas debido al proyecto de ley, Online Safety Bill, que engloba una serie de leyes para controlar a las compañías tecnológicas y lo que ocurre en sus plataformas.
Hasta muy recientemente las grandes compañías tecnológicas gozaban de una cierta libertad de actuación, al ser un mundo virtual, los países no sabían cómo gestionar la actividad y decisiones que tomaban estas. Internet es un lugar donde los usuarios tienen una infinidad de oportunidades para hacer lo que quieran, y mientras esto supone una ventana de oportunidades, también supone que están expuestos a cientos de problemas y peligros que ofrece la red.
Pero claro, esto es tan solo una cara de la moneda, y como ha explicado la compañía propiedad de Meta este tipo de cifrado se utiliza para proteger la privacidad de los usuarios, que en su amplia mayoría usan la app con fines legales.
El cifrado de extremo a extremo es una de las funciones más destacadas de esta app de mensajería, por lo que eliminarla no entra en los planes de WhatsApp, ya que como han explicado «el 98% de los usuarios de la app operan desde fuera del Reino Unido». Meta se ha mostrado firme, y no piensa cambiar todo el funcionamiento de su app para satisfacer esta nueva normativa.
«Apoyamos una encriptación fuerte, pero no a costa de la seguridad pública. Las empresas tecnológicas tienen el deber moral de garantizar que no se están cegando a sí mismas ni a las fuerzas de seguridad ante los niveles sin precedentes de abusos sexuales a menores en sus plataformas.»
Aunque todavía queda tiempo para que esto se solucione, todo parece indicar que WhatsApp se marcharía de Reino Unido antes de eliminar la encriptación de extremo a extremo, algo que dejaría «incomunicados» a más de 30 millones de usuarios que tiene la compañía registrados.
Miguel Terán Haughey/eleconomista.es