Google planea eliminar tus contactos: esto es lo que tienes que hacer para evitarlo.
Si desactivas la sincronización pierdes tus contactos en todos los dispositivos.
Los cambios suelen ser polémicos, ya que cuando se trata de un servicio o producto utilizado por millones de personas, la división de opiniones es muy común y lo que unos hacen con buena intención otros tan solo lo ven como un problema.
Esto mismo es lo que ha ocurrido con la última actualización del software de Google Play Services que afecta a todos los smartphones de Android al provocar que si el usuario desactiva una función puede eliminar de su dispositivo todos sus contactos guardados en la agenda.
Hasta el momento, la sincronización de contactos era automática para todos aquellos dispositivos con acceso a una cuenta Google, lo que significaba que al usuario le daba igual qué dispositivo usar ya que con iniciar sesión con su cuenta todos los contactos iban a estar disponibles al instante.
En el caso de que el usuario decidiese desactivar la sincronización automática, cualquier cambio que realizase con los contactos, como editar la información de uno o añadir uno nuevo, solo se aplicarían al dispositivo desde donde lo está haciendo y no al perfil de Google.
Ahora, con esta actualización Google ha explicado que si decides desactivar la sincronización, aquellos contactos que habían sido sincronizados previamente se eliminarán del dispositivo en cuestión y en cualquier otro donde abras tu cuenta de Google, la única forma de poder acceder a ellos es ir directamente al apartado de contactos de la página web de la compañía.
Cómo evitar que se borren
El proceso para recuperarlos, o que no se borren en ningún momento, por suerte es muy sencillo y como veníamos explicando antes, lo único que no tienes que hacer es desactivar la sincronización. En el caso de que ya lo hayas hecho, puede remediarlo entrando en Ajustes, ir a la pestaña de Cuentas y Contraseñas y seleccionar tu cuenta de Google. A continuación, busca el apartado de Contactos y reactivar la sincronización.
Miguel Terán Haughey/eleconomista.es