¿Es factible «desdolarizar» la economía? Expertos advierten sobre los riesgos.
Aunque el dólar ha mermado su presencia en los depósitos bancarios, sigue siendo la moneda referente en la economía.
Desde hace unos seis años Venezuela transita por una economía dolarizada, que inició de facto ante el acelerado proceso inflacionario, la pérdida del poder de compra del bolívar y la necesidad de protección de ingresos con el uso de una moneda estable.
Aunque no hubo un proceso oficial, tampoco hubo resistencia por parte del Ejecutivo nacional que permitió el uso del dólar estadounidense como moneda de intercambio.
Según indica el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello (IIES-UCAB) en “Notas sobre la economía venezolana”, de junio de 2022, Venezuela entró formalmente en una economía dolarizada en septiembre de 2018, bajo la perspectiva conceptual de que “la relación entre los depósitos bancarios denominados en divisas respecto al total de depósitos excede el 40%”.
Sin embargo, el estudio refiere que el proceso de dolarización avanzaba desde el cuarto trimestre de 2017, “cuando la economía entró en un ciclo hiperinflacionario”.
Desde hace un año la administración de Nicolás Maduro ha hecho varios anuncios en relación a un proceso de reversión de la dolarización.
En mayo de 2023, el mandatario nacional solicitó a su gabinete ministerial estudiar esta alternativa, porque Estados Unidos usaba su moneda con fines políticos en el país. Tres meses después, en agosto de ese año y durante la Cumbre de los Brics, Maduro instó a los países a iniciar un proceso global de desdolarización.
Uno de los más recientes anuncios en 2024 lo hizo la vicepresidenta Delcy Rodríguez, quien, el 23 de mayo, indicó que revertir el uso del dólar “beneficiará a todos” y que es clave para incrementar el crédito y mejorar la competitividad industrial.
Sin embargo, tras un año de anuncios, no ha habido avances al respecto. Académicos y expertos en economía indicaron a Banca y Negocios que, aunque no es un proceso imposible, está relacionado con diversas aristas que incluyen reactivación de la producción nacional y control de la inflación.
El economista Luis Oliveros estima que desdolarizar es posible, pero a mediano o largo plazo y, para ello, el Ejecutivo nacional deberá poner atención en el área fiscal como un asunto fundamental.
¿Es posible revertir la dolarización en Venezuela?
De entrada, el economista y decano de la Facultad de Economía de la Universidad Metropolitana (Unimet) Luis Oliveros, indica que “no ve posible” que ocurra una desdolarización a corto plazo. “El país necesita un clima de confianza en la moneda y una inflación baja, sostenible, para lograrlo” apunta.
Oliveros estima que desdolarizar es posible, pero a mediano o largo plazo y, para ello, el Ejecutivo nacional deberá poner atención en el área fiscal como un asunto fundamental y presentar un resultado “que no amerite financiamiento monetario. Que los ingresos aumenten y el déficit fiscal pueda disminuir o desaparecer”, resalta.
La economista y directora de la firma Síntesis Financiera, Tamara Herrera, apunta que es “prácticamente imposible” una reversión absoluta de la dolarización en economías como la venezolana en la actualidad.
La clave, explica Herrera, es aplicar una “desdolarización como política”; es decir, la promoción del uso de la moneda nacional, en lugar de la aplicación de disuasivos o recargos, refiriéndose al Impuesto a Grandes Transacciones Financieras (IGTF), el cual entró en vigencia en marzo de 2022 y que grava los pagos en moneda extranjera o criptomonedas con un 3%.
La economista refiere que, en América Latina, hay casos exitosos en los que economías bimonetarias son completamente funcionales y fluidas, hay promoción del uso de la moneda local, libertad de transacción en ambas divisas, de pago de contratos sin distinción de categorías de tipos de cambio y esto fue logrado con la implementación de políticas económicas que preservan el espacio de sus monedas nacionales.
Por su parte, el economista y académico Manuel Sutherland, director del Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO), precisa que de forma técnica “es prácticamente imposible que se logre en corto o mediano plazo”.
Al respecto, explica que “la mayoría o buena parte del dinero” que circula fuera del sistema bancario son dólares, incluyendo las remesas y las estimaciones indican que la cantidad puede ser “cuatro veces más o menos toda la cantidad de depósitos bancarios”.
El también académico indica que Venezuela está lejos de un proceso de reversión de la dolarización porque todavía hay altos niveles de inflación, aunque con descensos en los últimos meses.
“Mucha gente celebra que la inflación en un mes pudo haber sido 1%, 2%, 3%, pero eso es lo que ocurre con la inflación en un año en países más o menos organizados”, apunta Sutherland, quien indica, además, que «los anuncios gubernamentales sobre reversión de la dolarización tienen un componente propagandístico muy fuerte”.
Por su parte, Víctor Álvarez, exministro de Economía y director del Proyecto Pedagogía Económica, indica que para que ocurra este proceso se deben resolver causas estructurales: “reactivar el aparato productivo para que produzca en abundancia, bueno y barato”, así como corregir el déficit de las empresas públicas y dejar de financiarlo con emisiones de dinero digital, que es inflacionario”.
“En términos de expectativa, pensamos que no existe una desdolarización como tal en el país”, indica el economista César Aristimuño.
Desdolarización: la perspectiva desde la banca
César Aristimuño, economista y director ejecutivo de la firma Aristimuño Herrera & Asociados, explica que la proporción de depósitos de monedas extranjeras llegó a representar 60% de los depósitos totales de la banca.
Cuatro años después, al cierre de abril de 2024, esa proporción bajó a niveles de casi 40% del total, explica Aristimuño, debido a que hay una disminución importante del componente de moneda extranjera en los depósitos bancarios.
“Es importante señalar que pudiéramos pensar que se consolida una tendencia a la desdolarización en términos de la banca, dada la progresiva evidencia de la disminución de la proporción de los depósitos bancarios en moneda extranjera, en el total de las captaciones”, apunta.
No obstante, Aristimuño añade que, para finales de abril pasado, el saldo de los depósitos en divisas fue equivalente a 1.666 millones de dólares, es decir, apenas un descenso de 0,50% en comparación al mes de marzo, pero un ascenso de 66,59% versus abril del año pasado.
En cuanto al ámbito de las cuentas de libre convertibilidad, que son aquellas a las que se tiene acceso desde el punto de vista transaccional, al cierre de abril, el saldo fue de 1.136 millones de dólares. “Este monto representa el 25,18%, es decir, un cuarto de las captaciones totales del público de la banca”, añade.
En comparación con marzo de este año, el economista detalla que el saldo de las cuentas de libre convertibilidad apenas descendió un 0,94%, que, aunque normalmente es una caída mínima, se observa un descenso mucho más severo en un contexto cuando las captaciones totales subieron un 3,9%.
“En términos de expectativa, pensamos que no existe una desdolarización como tal en el país”, indica, al apuntar que en la economía se mantiene una cantidad importante de divisas sin bancarizar, debido a las implicaciones de pagar impuestos, como el IGTF.
Esa cantidad sin bancarizar y en manos del público, según explica el director ejecutivo de Aristimuño, Herrera & Asociados, se estima en unos 3.000 millones de dólares adicionales a estos 1.135 millones que están bancarizados en cuentas de libre convertibilidad.
“Pudiéramos señalar que, a nivel de la economía nacional, existen aproximadamente unos 4.100 millones de dólares que están circulando, de los cuales, solamente están bancarizados 1.666 millones de dólares”, detalla.
Estos montos – dice el experto- no deberían evidenciar mayores variaciones mientras se mantenga vigente el IGTF para los depósitos en la banca nacional.
El economista César Aristimuño indica que, con la dolarización, la economía venezolana ha tenido un mejor comportamiento, adquirió más flexibilidad, se generó más confianza en el sector empresarial; por lo que ha sido favorable para el país.
“Pensamos que la presencia relevante de divisas extranjeras -básicamente, el dólar- va a seguir vigente dentro del sistema transaccional en Venezuela y que no va a ser posible una desdolarización total en la economía venezolana”, subraya.
Aristimuño sostiene que tampoco es conveniente iniciar este proceso, debido al papel determinante de la divisa estadounidense en la economía nacional y la capacidad. de gasto de las personas. La economía, las empresas y las personas naturales se han beneficiado desde que se inició el proceso de dolarización en el país.