El precio de la vivienda se dispara más de un 15% en cuatro capitales.

Los precios subieron un 7,8% interanual en Madrid y un 2,8% en Barcelona.
Suma y sigue. El precio de la vivienda de segunda mano cerró abril en los 2.043 euros/m2, lo que supone un 7,22% interanual más. Si se compara con el mes anterior, el aumento se modera al 1,3%, según pisos.com. Los datos del portal inmobiliario confirman que los precios se encarecieron en prácticamente todas las capitales, regiones y provincias del país.
El análisis por capitales revela que cuatro territorios superaron el 15% de subidas de un año a otro. Se trata de Palma (19,21%), Alicante (18,22%), Santa Cruz de Tenerife (15,47%) y Huelva (15,35%). Los incrementos también fueron intensos en Sevilla y Málaga (ambas por encima del 13%) mientras que en Madrid y Barcelona los incrementos llegaron al 7,87% y 2,85%, respectivamente.
«A pesar del encarecimiento de los préstamos hipotecarios, el valor del metro cuadrado no para de ascender, y son escasas las capitales en las que no resulte más caro comprar ahora que hace un año», explica Ferran Font, director de Estudios de pisos.com.
San Sebastián fue la capital más cara con un precio medio por metro cuadrado de 5.754 euros, mientras que Madrid, Barcelona y Palma superaron la barrera de los 4.000. Por su parte, Bilbao se colocó por encima de los 3.000 euros/m2. En la zona de las más baratas, solamente Jaén, Ciudad Real, Lleida, Zamora y Cáceres marcaron precios medios por debajo de los 1.300 euros/m2.
De cara a los próximos meses, Font confía en que los precios entren en fase de enfriamiento. «Lo lógico es que se vayan suavizando los repuntes, y que abandonen los porcentajes de dos dígitos porque no son sostenibles», explica Font. En este sentido, el experto apela a «la inflación que está afectando a las familias y al agotamiento del ahorro», además de «las peores condiciones financieras que ofrecen los bancos».
Freno a la inversión
Respecto a la ley de vivienda aprobada en el Congreso de los Diputados la semana pasada, desde el portal inmobiliario consideran que podría frenar la compraventa por inversión y, por tanto, «tirar de los precios a la baja de forma indirecta, al rebajarse la presión». Según Font, el hecho de que la actualización de las rentas de alquiler ya no obedezca a las reglas de mercado, contrae el interés de la compra por inversión».
Aunque la vivienda continúa siendo un valor refugio a largo plazo, «si se limita la rentabilidad a porcentajes poco atractivos, se dilata la amortización del bien, lo que provoca que se empiece a mirar a otros destinos para el ahorro que no estén sujetos a injerencias políticas»
Lorena Torío/eleconomista.es