Blog de Juan José Ortega

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El martirio sin fin de Credit Suisse: anticipa pérdidas de 1.500 millones y cunde la alarma por sus salidas de fondos.

El golpeado banco avanza pérdidas para el cuarto trimestre de este año.

Analistas como los de JP Morgan ven «preocupantes» las salidas de fondos.

 

Llueve sobre mojado para Credit Suisse. El histórico banco suizo sigue acumulando contratiempos en un azaroso camino al final del cual muchos ven su implosión, si bien la entidad se mantiene en pie. El último capítulo de este martirio ha llegado este miércoles con la firma anunciando que prevé registrar pérdidas antes de impuestos en el cuarto trimestre de 2022 por importe de hasta alrededor de 1.500 millones de francos suizos (1.530 millones de euros) en el contexto de la reestructuración radical de su negocio de banca de inversión.

«Se espera que estas medidas decisivas resulten en una reestructuración radical del banco de inversión, una transformación acelerada de costes y un fortalecimiento de capital», ha informado la entidad, según recoge Europa Press. Las caídas no han tardado en llegar y la acción del banco se ha llegado a dejar más de un 5% en la sesión de este miércoles.

El banco ha advertido de que sus resultados dependerán de una serie de factores, incluido el desempeño del negocio de inversión durante el resto del trimestre, la salida continua de posiciones no esenciales, cualquier deterioro del fondo de comercio y el resultado de otras acciones, incluidas las posibles ventas de inmuebles.
La entidad helvética ha señalado que en las dos primeras semanas de octubre comenzó a experimentar salidas de depósitos y activos netos a niveles que «excedieron sustancialmente las tasas incurridas en el tercer trimestre de 2022». De este modo, a nivel de Grupo, a 11 de noviembre de 2022, las salidas netas representaron aproximadamente el 6% de los activos bajo gestión al final del tercer trimestre de 2022.

En el caso de la división de gestión de patrimonios, estas salidas se han reducido sustancialmente desde los niveles elevados de las dos primeras semanas de octubre de 2022, aunque aún no se han revertido y fueron de aproximadamente el 10% de los activos bajo gestión al final del tercer trimestre de 2022, mientras que en al área de banca suiza los saldos de clientes se han estabilizado y suponían aproximadamente el 1% de los activos bajo gestión al final del tercer trimestre de 2022.

Desde otras entidades no se andan con ‘paños calientes’. Los analistas de JP Morgan ven «preocupantes» las últimas informaciones. El banco suizo «aún no está fuera de peligro en cuanto a la estabilización de la franquicia», han escrito los analistas dirigidos por Kian Abouhossein, informa Bloomberg. El estratega se ha mostrado «perplejo» por las pérdidas materiales en la división de banca de inversión. JP Morgan tiene una calificación neutral sobre la acción del banco helvético.

Haciéndose eco de la opinión de JP Morgan, el analista de Vontobel Andreas Venditti afirma que «las masivas salidas netas en la gestión de patrimonios, el negocio principal de Credit Suisse junto con el banco suizo, son profundamente preocupantes, y más aún cuando todavía no se han revertido».

«Como se anunció el 27 de octubre de 2022, estas salidas han llevado al banco a utilizar parcialmente los colchones de liquidez a nivel del Grupo y de la entidad legal, y aunque el banco ha caído por debajo de ciertos requisitos regulatorios a nivel de entidad legal, los requisitos básicos del índice de cobertura de liquidez (LCR) y la ratio de financiación estable neta (NSFR) a nivel de Grupo se han mantenido en todo momento», ha subrayado el propio banco suizo.

Intentando salir del ‘viacrucis’

El pasado 27 de octubre, Credit Suisse anunció una serie de medidas con las que intentar salir del marasmo, incluyendo el recorte de unos 2.700 empleos, así como una ampliación de capital de alrededor de 4.000 millones de francos suizos (4.078 millones de euros) con un papel clave de Arabia Saudí, después de perder 5.900 millones de francos (6.015 millones de euros) en los nueve primeros meses del año.

Todos estos cambios suponen un intento urgente de restablecer la credibilidad de Credit Suisse después de que una sucesión de enormes pérdidas y el caos en la gestión hayan destrozado su estatus como uno de los prestamistas más prestigiosos de Europa. El consejero delegado, Ulrich Körner, y el presidente, Axel Lehmann, contratados como gestores de la crisis, se enfrentan ahora a la tarea de ejecutar la mayor revisión de la historia reciente del banco, protegiendo al mismo tiempo la unidad de gestión de patrimonios que determinará su futuro.

La entidad, fundada en 1856, experimenta desde algo antes del covid un ‘viacrucis’ en el que un escándalo sucede a otro. En medio de continuos rumores de insolvencia o de fusión con su gran rival patrio, UBS, el banco ha estado involucrado en un caso de espionaje corporativo, ha sido multado por fraude y corrupción en Mozambique, estuvo presente en el mediático estallido del fondo Archegos que dejó un buen orificio en la firma y ha sufrido una sentencia en contra por el lavado de dinero de un narcotraficante de cocaína. Toda ello ha llevado una espiral con una casi irresoluble crisis de gobernanza con continuos cambios en la cúpula y con los CDS (swaps de incumplimiento crediticio) disparados recientemente. Goldman Sachs cifraba recientemente el ‘agujero’ de Credit Suisse para 2024 en 8.000 millones de dólares.

 

eleconomista.es

 

 

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