#Análisis: ¿De qué dependerá la magnitud y la permanencia del crecimiento económico de Venezuela este año?
A juicio de Luis Vicente León, economista venezolano, luce «poco probable» que el Gobierno de EEUU regrese a la situación original de las sanciones totales a Venezuela, puesto que «estaría en contra de sus propios intereses».
El presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, precisó que el Producto Interno Bruto (PIB) de Venezuela sí crecerá este año.
En ese sentido, indicó en sus redes sociales que ese crecimiento estará estimulado por la combinación de los ingresos crecientes procedentes de las exportaciones de Chevron, los ingresos adicionales generados por la Licencia General 44 (al menos hasta abril) y el incremento del gasto de la campaña electoral.
«La incertidumbre no es si crecerá o no la economía (porque va a crecer), sino la magnitud y permanencia de ese crecimiento. La magnitud depende de las decisiones que tome Estados Unidos con respecto a las licencias petroleras, no sólo generales sino también las específicas y las sanciones secundarias», sumó.
León indicó que luce «poco probable» que el Gobierno de EEUU regrese a la situación original de las sanciones totales a Venezuela, por lo que, aún en el peor escenario, «la realidad económica venezolana será mejor que durante la situación previa a las negociaciones de Doha y Barbados, que a su vez ya eran mejores a las de 2019».
«Lamentablemente, la estabilidad de ese crecimiento (pequeño o grande) es muy pobre hasta tanto se resuelva la crisis política. Y esto no parece ser en breve, pues las negociaciones reales que reduzcan los costos de salida (incluyendo posibilidades de integración entre las partes, leyes transicionales y aseguramiento efectivo de los derechos políticos y económicos de que tienes que tomar los riesgos de ser sustituidos) ni siquiera han comenzado, como tampoco existen costos de permanencia elevados que los motiven a negociar», explicó.
El también economista venezolano manifestó que mientras se plantee las elecciones presidenciales como un acto en el que se gana todo o se pierde todo, «la posibilidad de abrir el juego es nula». «Ahí está la tarea pendiente. No es nada agradable, ni fácil, ni justo, pero es indispensable si queremos resolver este entuerto», dijo.
«Ahora bien, si se trata de discursitos políticos baratos y odas al fundamentalismo del bien contra el mal, seguiremos donde hemos estado por los últimos 25 años», añadió.